Monitorea en tiempo real el hidrógeno disuelto en el aceite aislante, una vez que este es considerado un gas clave para la detección de defectos en equipos inmersos en aceite. El GMP realiza la medición sin interferencia cruzada de otros gases, como el monóxido de carbono, de forma a obtener la máxima sensibilidad en la detección de defectos, sin que las alteraciones en el hidrógeno sean encubiertas por concentraciones constantes y elevadas de CO.